Queridos niños, desde que nacemos nuestra vida es una increíble y continua competición; competimos con nuestros amigos en el parque cuando jugamos, competimos con nuestros compañeros en la clase de gimnasia para saber quien es el que más corre, competimos con nuestros primos por ver quién saca mejores notas, etc.
Es decir, cuando uso el verbo competir, me refiero a la forma de comprobar quien es el que obtiene mejores resultados en una determinada competición.
Iago y Quique: vale, eso de competir se entiende en los juegos, pero ¿en las ventas?.
…la vida tiene etapas, y la competitividad se amolda a cada uno de estos ciclos vitales, siempre tenemos algo en lo que competir, y creedme, una de las formas más agresivas de competir es en las ventas. Existen normas, leyes, etc, que regulan el mercado publicitario, las ventas, etc, pero al final todo se basa en conseguir dinero, en subsistir comprando cosas, y esta es una de las motivaciones más importantes del ser humano.
El mercado es una competición
Teneis que entender el mercado como una carrera, en la cual no existen ganadores ni vencidos, sólo existen supervivientes o … Bueno, pensar que existen empresas que cierran por no tener ventas suficientes, gente que se queda sin trabajo, etc, ¿a qué entendéis ahora lo dura que puede ser una competición?.
Iago y Quique: si, en la edad media la gente llegaba a matar por culpa de la comida…
Correcto, ahora no es tan “bruta” la competición, pero sí existen muchas opciones para conseguir que el mercado se convierta en algo cruel.
La nueva forma de competir en el mercado
Hasta la aparición de las nuevas tecnologías, cuando una empresa quería competir, tenía como “armas” la ubicación, los precios, la publicidad, etc. Ahora, la cosa se ha complicado muchísimo, pensad que ya no es el cliente el que va físicamente junto al vendedor, esto ha cambiado, y ahora es el vendedor el que tiene que “cautivar” al cliente.
Iago y Quique: ya, muy fácil decirlo, pero ¿cómo se hace eso?…
…teneis razón, cautivar ahora mismo a un cliente es algo muy complicado y difícil. Aunque todo depende del sector del que estemos hablando, existen algunos que usan más las nuevas tecnologías, otros siguen apostando por los métodos tradicionales, pero siempre siendo muy creativos.
Por ejemplo, hasta ahora si queríamos comprar un electrodoméstico teníamos que ir a una tienda física, y escoger de entre los que nos ofrecían e informaban. Es decir, el abanico de posibilidades se cerraba a la oferta de la tienda, el tendero sólo se preocupaba de conseguir que los clientes fueran a su tienda.
Ahora cuando compramos un electrodoméstico, nos informamos por internet de dos cosas:
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Cual es el modelo que mejor se adapta a nuestras necesidades.
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Cual es la tienda (virtual o presencial), con mejores precios o condiciones de venta.
En definitiva, el tendero tiene que preocuparse por conseguir que la gente vaya a su tienda pero informando y “cautivando” a los posibles clientes de forma diferente a como lo hacían hasta ahora.
Iago y Quique: ¿por eso existen muchos tenderos que se quejan de sus ventas?…
…exactamente, no son capaces de ver que las REGLAS DE LA COMPETICIÓN han cambiado y ya no sirve con tener el mejor escaparate y esperar para conseguir las ventas.
Es cierto, que esta evolución en la forma de competir en el mercado no es de un día para otro, es decir, es una transición que en unos sectores se hace más rápido y en otros más lento, pero en todos se hace, porque los clientes demandan este cambio, y tal y como se decía hace años “EL CLIENTE SIEMPRE TIENE LA RAZÓN”.